3 , 2 , 1...¡ y ACCIÓN!

¡Hola de nuevo a todos!

En primer lugar pido disculpas por no haber escrito esto antes… pero entre tanto trabajo y lio apenas he podido salir de mis aposentos…  

Aquí os narro todo lo vivido en estas dos escasas y estresantes semanas.

  

Tras dos semanas de intenso rodaje y de mucho trabajo, os relato todo lo ocurrido durante esas dos semanas  ¿Quién iba a pensar que en Educación íbamos a realizar un corto? Pues sí, así fue, el viernes día 18 de febrero, fue entonces cuando Isa tras mostrarnos aquel vídeo de Alex de la Iglesia nos propuso este desafío… ¿Un corto?…  Aquello me hizo recordar mi experiencia pasada en la realización de cortos. Recordaba a mi profesor como nos ponía películas y nos hacía identificar la cantidad de cambios de planos que existían, ¿quién iba a decir que “El Señor de los Anillos” tan famosa película, tuviera tantos cambios de planos? Pues como esa todas.

Recordaba también, como nos enseñaba los tipos de planos que existían:

Plano general, plano medio, plano americano, plano subjetivo, los primerísimos planos y el primer plano que transmitían emoción, y ¡cómo no! los famosos contrapicados y picados. También nos enseñó que cada plano representaba un sentimiento del personaje, que un contrapicado significaba engrandecer al personaje y un picado lo empequeñecía como si fuese un miserable. Recuerdo cuando abríamos aquel armario en el que se guardaban todas las cámaras como el más preciado tesoro  y nos poníamos mis compañeros y yo a grabar cortos.

El proceso para hacer cortos era el siguiente, el profesor así nos lo exigía pues en el cine se hacía de forma similar:

Primero, la realización del guión seguido del  storyboard, pues  era importante, antes que nada ,tener las ideas claras de como ibas a contar esa historia, qué planos íbamos a utilizar, la música… y aquello no se hacía al azar, pues estabas contando una historia que tenía que ir acorde con cada plano para poder transmitirla con toda su intensidad. Si bien es cierto que el storyboard era una guía imprescindible, pero a veces al estar frente al actor o actriz se hacía necesario otros tipos de planos.

Lo segundo, era buscar el lugar donde rodar, éste no siempre estaba disponible a cualquier hora o día, por lo que las escenas se ven condicionadas al emplazamiento en el cual se deben realizar. Tal vez, incluso, solo permitían rodar un día o unas horas, así que se ha de aprovechar ese tiempo para  realizarlas. El resultado es que nos encontramos al final del trabajo con diferentes escenas que a modo de un gran puzle hemos de encajar con la ayuda del storyboard. Otra dificultad es la realización de tomas que no salían a la primera, y necesitábamos hacer muchísimas tomas para una misma escena.

Hicimos cortos publicitarios, humorísticos, cortos de películas y todo aquello no servía para nada sino existía un programa para montarlo.

Una vez dijo la editora de Martin  Scorsese que “las películas empiezan en el montaje.” Pues bien el montaje comenzaba con nuestro programa tan querido y tan odiado (cuando nos daba problemas) el Pinnacle (en nuestro caso).

Nada más sentarte delante del ordenador, con el programa Pinnacle abierto, significaba que había llegado la hora de resolver el puzzle, pues el corto a la hora del montaje es como resolver un rompecabezas que (a pesar del storyboard), nunca sabes si acabará bien.

Durante el montaje tenías que tratar el sonido, hacerlo coincidir con el plano en las situaciones que son más intensas para el personaje, al unir diferentes fotogramas se ha de hacer coincidir la voz con el movimiento de los labios del personaje, así como los diferentes estadíos de la música que has de hacer coincidir según la intensidad de la acción.

También se ha de saber hacer coincidir las transiciones en el momento correcto, dependiendo de la escena puede ser armónico, es decir, casi ni se aprecian, o bien acentuar la intensidad de la acción que se hace de manera brusca ayudándonos además del sonido.

Una vez acabado todo este complejo proceso, es entonces cuando llega la hora de pasarlo a vídeo con el programa, y la hora de rezar para que el caprichoso Pinnacle no nos diera error y se negase a hacer lo que pedíamos. Superado este reto ya teníamos nuestro corto hecho. Este proceso duraba tres meses, si se trataba de un corto largo.

Así pues basándome en esta experiencia pasada, mis compañeros y yo nos pusimos manos a la obra.

 “Sed creativos” aquella frase rondaba por  nuestras cabezas, teníamos que elaborar el discurso, el mismo de Alex de la Iglesia pero adaptado a la Educación, cogiendo aquellas frases más significativas del discurso.

Pasó un fin de semana durante el cual tuvimos que madurar el guión pues consideramos que hacer una gala de premios, estaba más que visto, y además ,teníamos que ser creativos.

 Llegó el lunes, aquel maldito lunes y no teníamos las ideas claras. Pasó el martes… ¿dónde estaba la musa de las ideas? Y por fin llegó el miércoles, donde surgió la idea ¿qué mejor que adaptar el discurso de Alex de la Iglesia con algo que estaba ocurriendo en la realidad,  algo que precisamente vemos a nuestro alrededor y con respecto a Educación?

Sabíamos que nos  jugábamos el cuello, porque indirectamente, en ese momento hablar de Educación era como hablar de política, pero en ningún momento fue nuestra intención la política, sino mostrar una realidad que estaba en la calle y que de algún modo implicaba nuestro futuro e implicaba también a las TICs, puesto  que si no había inversión en Educación, tampoco la habría para las TICs.

Así nos dispusimos a escribir el discurso, a contra reloj, pues no disponíamos de suficiente tiempo, para algo tan serio.

Necesitamos de tres días para tratar el discurso y hacer el storyboard, con la mala pata de la avería causada en el ordenador, por lo que  tuvimos que volver a empezar el discurso a partir de un mísero trozo que se había guardado en el Word. Posteriormente fuimos a buscar los lugares donde se desarrollaría la acción, en esta aventura quiero expresar  mi agradecimiento a  Mª Ángeles Gomaríz por habernos facilitado el Salón de Actos para las escenas que lo requerían.

Cámara, trípode, croma, actores, guiones, story board, maquillaje,  pelucas, micrófono, máscaras, carteles silbatos… con todo ello teníamos que comenzar el rodaje, y empezamos el lunes, ya nos quedaba poco tiempo y a mí me temblaban las piernas de tan solo pensar que necesitaba más de un día para montar el corto.

Llegado ese lunes, en el que también se ofrecieron para participar voluntariamente,  amigos de otros grupos y de  otras facultades, también  necesitábamos una niña, y se ofreció Celia, que actuó como una actriz profesional.

Aquella tarde fue de duras tensiones, tuvimos que grabar infinidad de veces el discurso desde diferentes perspectivas (y eso contando con los errores que se cometían a la hora de hablar, la entonación, los olvidos, la rapidez, etc.,) así que sorprendentemente,  nuestra oradora Mari Trini, tras tanto repetir ,no acabó con afonía , aunque  la voz ya se le empezaba a atenuar  cuando íbamos por la décima toma.

Así pasó la tarde y llegó la noche, donde cargada con mi trípode y cámara llegué a mi casa de Cartagena. Al día siguiente martes, tocaba de nuevo rodaje, aquella tarde fue más amena, aunque se corrió el peligro de morir asfixiados bajo las máscaras, pues apenas se podía respirar. 

Mis compañeros tras oír de mi boca las palabras “¡corten!” y “¡ha sido buena la toma!”,  todos a una se quitaron las máscaras ávidos de oxigeno para poder respirar (parecían peces fuera del agua). Posteriormente, fuimos a grabar las diferentes escenas, al final del rodaje necesitábamos descargar la tensión y colocamos el croma, pusimos música  en aquella aula y nos dispusimos a bailar, aquello formaba parte de las tomas falsas, más de un curioso se asomaba a la ventana del aula con cara de extrañados, pensando seguro  cual sería el motivo por el cual estábamos bailando.

Terminamos a  las 20:30 con el  rodaje, de nuevo cargada con todo y cansada después de un duro día llegué a casa a las 21:30. Después de cenar y ducharme, me dispuse a enfrentarme con el Pinnacle. Comencé a montar el enorme puzzle que tenía entre mis manos. 

Todo iba bien, salvo cuando al hacer los cambios de plano, el sonido tenía que hacerlo coincidir con los labios del orador, pues no tenían la misma entonación y algunos párrafos se decían más rápidos  y en otros de forma más pausada, más lentos. Llevaba el principio ya hecho cuando daban la una de la madrugada, pues el programa no iba tan rápido como debería ir.

Al  miércoles siguiente, me levanté rápida, muy temprano para grabar dos escenas que me faltaban. Fui corriendo al colegio más cercano y grabé las pancartas que había en la puerta y en el edificio.

Más tarde llegué a mi casa y me dispuse a montarlo, era increíble como pasaban las horas como minutos y los minutos como segundos, intentando hacer coincidir la voz con el plano correspondiente, colocando transiciones que sorprendentemente al colocarlas se comían el fotograma anterior, así que cuando llevaba la mitad del trabajo realizado, el reloj marcaba de nuevo la una de la madrugada.

Llegó el jueves, y claro había clases prácticas y no se podía faltar a ellas. Al finalizar las clases, de nuevo de vuelta a casa, donde me puse rápidamente a terminar de montar el corto, pero fue aquel fatídico día en el que el Pinnacle decidió rebelarse contra mi. Tuve que apagar el ordenador, encenderlo de nuevo, el programa se bloqueaba cada tres por cuatro, el dichoso croma que iba ligado con los créditos, funcionaba en el proyecto pero no a la hora de pasarlo a vídeo. Con todo eran las 11:30 de la noche cuando desistí y decidí que como fuera subiría el corto al YouTube. Me conecté al Tuenti, mis compañeros preguntaban como iba todo, me llamaban al móvil durante esos dos días y se ofrecieron para ayudar pero el problema era que disponíamos de poco tiempo, que no tenían el Pinnacle ni sabían al cien por cien como utilizarlo, y no daba tiempo para explicarlo, a parte que sería un lio y dificultaría el montaje por lo que se hacía imposible el poder montarlo entre todos.

Como decía, conectada al Tuenti ,mientras intentaba subirlo al YouTube, mis compañeros preguntaban continuamente como estaba, como había salido, y que había que subirlo rápidamente al YouTube.  Yo les informaba que no había podido incluir las tomas falsas ni las escenas del croma por culpa del programa, mientras el YouTube  se mantenía en  su 1%  en la subida del vídeo y ya había pasado media hora… Se lo comuniqué a mis compañeros,  que cayeron en la cuenta de que el vídeo sería demasiado pesado.  

Así que intentaron darme soluciones que iban fracasando una tras otra. Después intentaron que les pasara el corto por un lado y las tomas falsas (que era la parte graciosa del corto) aparte.  Aún comprimiendo, el vídeo  seguía siendo demasiado pesado para poder enviárselo a mis compañeros…

   18 %,19%,20%… y eran las tres de la madrugada, no había forma alguna de conseguir quitarle peso para subirlo.

 Las 4:30 de la madrugada, y nada, no tuvimos más remedio que desistir en el intento. Entonces decidimos volcarlo todo a un disco duro externo y llevarlo al día siguiente a la Universidad, fue una noche muy larga en la que ninguno pudo dormir, y en la que bien a través del Tuenti  o del Messenger  iban preguntando, dando ánimos y posibles soluciones.

Aquella mañana ojerosos, durante las primeras tres horas, en el ordenador portátil de mis compañeros intentamos hacer un “apaño”.

Conforme se iba acercando la hora de TIC , hacíamos todo los posible por subirlo al YouTube pero iba lento y en la misma clase salió error , así que optamos por mostrar el vídeo a la profesora con el disco externo, para más adelante subirlo al YouTube.

Así pues chicos esta fue nuestra Odisea, que como la mayoría de las películas en las que no nos damos cuenta de lo que hay detrás y sólo vemos lo chulo que ha quedado, lo mismo no se pudo apreciar una vez visionado el corto.

Me alegra poder comunicaros que nuestro corto ya está en el YouTube,  en el que alcanzado ya 206 reproducciones  y que lo podéis ver en el siguiente enlace:

http://www.youtube.com/watch?v=6l9sqDJM2us&hd=1

Si algo sé, por lo que he vivido con intensidad en éste grupo  es que las dificultades nos unen aún más y nos han incentivado para poder superarlas. Y como bien cantaba el lema de los mosqueteros” ¡todos para uno, y uno para todos!”

Lo que si sé es que  no hubiese podido dirigir este corto tan creativo sin lo que ya había aprendido y que transmití a mis compañeros, quienes entusiasmados aprendían como se realizaba un corto dentro de las normas establecidas del cine, por lo que desde aquí deseo mostrar mi agradecimiento a mi profesor  de Imagen y Comunicación , Salvador García Espinosa , quien fue y seguirá siendo un gran PROFESOR, que me enseñó a utilizar las TICs y en especial a la hora de realizar cortos,  y quién también me motivó para presentarlos a concursos. Gracias a éstos trabajos tuve la gran alegría de obtener el segundo premio a nivel regional, “La Menina” para el que consideraré siempre a mi instituto I.E.S. “El Bohío”, y cuando disponga de más tiempo continuaré haciendo cortos educativos.

Os invito a entrar  en el enlace del I.E.S. “El Bohío” (que tenéis a vuestra derecha con el símbolo del IES),  donde veréis las diversas actividades, la gran labor educativa y el continuo trabajo de maestros y profesores por despertar el interés y motivación del alumnado en las diferentes asignaturas que se imparten, y todo bajo la experta dirección, de quién es su director desde casi veinte años, D. Juan Molina Amorós.

Finalmente, os doy las gracias a vosotros por leer mi entrada, y os confieso que he intentado ser breve.

A continuación os adjunto una presentación donde podéis ver el story board, el primero es del video que Isa nos puso en clase (que no esta completo, pues fue una toma de contacto  para hacer los planos de nuestro corto) y el segundo  de nuestro corto.

  Os invito a que le echéis un vistazo ;)